Cuando decimos que Epson lo lanza, es que estará en el mercado japonés el 25 de este mes de noviembre a un precio de 59.980 yenes (unos 566 euros al cambio). El Epson Moverio BT-100 es un sistema de proyección de imágenes personal similar al Sony HMZ-T1 que también ha sido puesto a la venta recientemente.
La principal diferencia con el modelo de Sony es que El Moverio BT-100 es transparente. En otras palabras, lo que veremos al ponernoslo es una pantalla de 80 pulgadas flotando en el aire a una distancia de 5 metros, pero no perderemos contacto visual con lo que pase a nuestro alrededor.
La explicación es que Epson no ha utilizado pantallas OLED frontales, como Sony, sino dos diminutos proyectores de imagen ubicados en las patillas que proyectan dos imágenes de 960 × 540 píxeles sobre la superficie frontal, que es un falso espejo o espejo translúcido.
El frontal del Moverio es extraible, de manera que podemos ver lo que tenemos delante o cubrir el visor con un cristal oscurecido con protección UV como el de unas gafas de sol, u oscurecerlo completamente para entrar en un aislamiento total.
El sistema incorpora sus propias baterías que ofrecen, según el fabricante, una autonomía de 6 horas de vídeo. También incorpora auriculares que emulan sonido Dolby. Lo que ya nos parece absurdo es que la señal de vídeo nos llega desde un dispositivo emisor de bolsillo que se conecta con cable al visor. Básicamente, este emisor es un reproductor multimedia dotado de conexión WiFi N, ranura para tarjetas MicroSD, una pequeña pantalla táctil y sistema operativo Android 2.2.
El emisor puede reproducir contenidos 3D y puede alternar entre imagen 2D o 3D.
El tener Android y conexión también mete en la ecuación acceso, por
ejemplo, a Youtube, y compatibilidad con diversos formatos de vídeo.
Curiosamente, Epson ha decidido no incluir acceso a Android Market.
El Moverio BT-100 es ridículamente aparatoso (pesa 240
gramos y mide 205 × 178 × 47 milímetros) y abunda en absurdos bastante
extravagantes, como el que incluya su propio emisor con cable en vez de
adaptarse a cualquier dispositivo móvil de vídeo sobre WiFi. No
obstante, es el primerísimo paso a nivel comercial hacia las gafas con
visor personal conectadas a un smartphone, un futuro que a nosotros nos
resulta muy emocionante.
Fuente: http://www.xataka.com
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