Mientras Facebook crece el resto de Internet
se encoge; el predominio del Internet social modifica el paradigma de
consumo de información bajo el que Google y la web de referencias y
búsquedas, configuró nuestra realidad informática en la primera década
de este milenio.
Los sueños megalomaníacos de Mark
Zuckerberg: un mundo donde la privacidad quedará abolida y en el que tu
puerto de acceso a toda la red sería Facebook; un mundo en el que cada
sitio que navegues conocerá tu identidad y siempre estarás conectado a
Facebook y a todos tus amigos, avanza con sorprendente celeridad.
Datos de comScore muestran que en el
último año el consumo de tiempo en línea, sin contar Facebook, disminuyó
en un 9%, pese a que todo el mundo espera que Internet crezca
indefinidamente. Si añades Facebook, que creció un 69% en el mismo
tiempo y superó a Google como el sitio en el que más tiempo pasan las
personas en Estados Unidos, entonces sí se puede decir que la Red
creció. Sin embargo si se le restan a la consunción total de tiempo en
línea los dispositivos móviles, incluso con Facebook, las personas
pasaron un 3% menos de tiempo en línea de marzo 2010 a marzo 2011.
Google fue el gran protagonista de la
explosión de la web en la primera década del nuevo milenio, construyendo
un Internet que vinculaba todos los documentos, una web en la que la
actividad predominante era la búsqueda.
El año pasado uno de cada ocho minutos
que pasaron los internautas en línea lo pasaron en Facebook en Estados
Unidos (el país que marca tendencias en Internet). En el agregado esto
significa que se pasaron 500 mil millones de horas menos buscando
información en motores de búsqueda
Si bien esto no significa que Google
desaparecerá, sí marca una tendencia notable. El paradigma anterior en
la Red era construir un sitio de contenido alrededor de Google, crear
una optimización para que tu sitio aparezca entre los primeros lugares
de los resultados de búsqueda y anunciarte a través de su sistema de
pago por click. Si bien hoy en día esto sigue siendo importante, en la
actualidad Facebook y otras redes sociales empiezan a competir con
Google —sin llegar a alcanzarlo todavía del todo— en la cantidad de
tráfico que dirigen a un sitio y en la forma en la que los usuarios
interactúan con una marca. Actualmente crear una estrategia de social
media puede ser tanto o más importante que crear una estrategia de SEO
(Search Engine Optimization). Uno de los factores que inclina la balanza
hacia Facebook es que generalmente los usuarios que entran a un sitio
de contenido a través de Facebook pasan más tiempo y regresan más
seguido que los que llegan a través de Google.
¿Estamos viendo el predominio de lo
social? El algoritmo de Google se basa en la referencias, esto es, la
cantidad y calidad de links que apuntan a un sitio; el algoritmo de
Facebook se basa en la forma en la que interactúas con tus amigos,
aquellos amigos con los que interactúas mucho se convierten en
referentes del contenido que aparece en tu timeline como si fueran
expertos calificados para determinar la información que quieres
consumir. Después de un rato puedes olvidar que existen otras personas y
otra información fuera de la que aparece en tu timeline de Facebook o
Twitter. Entonces estarás habitando dentro de la burbuja informática,
sin darte cuenta que afuera hay una red casi infinita de información por
explorar. El triunfo del Internet social también es el triunfo de la
pasividad, de un paradigma donde todo está ya servido y desfila ante tu
pantalla. Una realidad de circuito cerrado que poco a poco reemplaza el
Internet de los nativos en el que era común aventurarse hacia lo
desconocido y llegar a lugares a los que nadie o casi nadie había
llegado.
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