El actual récord mundial de velocidad en un vehículo en tierra es de 1,227 km/h, pero el
Bloodhound SCC tratará
de batirlo a inicios del próximo año en un desierto en
Sudáfrica.
Desarrollado por un equipo británico, con la participación de unas 40 empresas, el auto estará propulsado por un cohete acoplado a un motor a reacción, y será capaz, dicen sus creadores, de alcanzar los 1,630 km/h.
Desarrollado por un equipo británico, con la participación de unas 40 empresas, el auto estará propulsado por un cohete acoplado a un motor a reacción, y será capaz, dicen sus creadores, de alcanzar los 1,630 km/h.
El chasís del auto supersónico es construido actualmente (la parte trasera pesará una tonelada). Gran parte del vehículo estará hecho de acero y aluminio, aunque el área frontal contendrá fibra de carbono. "Las estructuras de metal son perfectas para soportar las altas temperaturas y la vibración del motor de reacción y el cohete en la parte trasera, así como la abrasión provocada por el polvo de arena del desierto en la parte inferior", explicó a la BBC el capitán Andy Green, quien será el encargado de pilotarlo.
Las ruedas, diseñadas para correr en el desierto, estarán forjadas con aluminio sólido, y habrá otras para velocidades más bajas hechas de caucho. Un cohete Falcon impulsará a la máquina y muchas de las piezas serán fabricadas con impresoras 3D.
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