La semana pasada se lanzaba Windows 8, uno de los productos del año, independientemente de si nos gusta o no, y personalmente una actualización que recojo de buena gana respecto al también destacable Windows 7. La nueva versión del sistema operativo aporta en realidad poco salvo la nueva interfaz metro y un puñado de arreglos y funcionalidades, por contra de lo que pueda parecer.
Estudiar la lista de atajos de teclado de Windows 8 ha sido una de mis tareas pendientes desde que instalé el sistema, aunque no ha sido hasta hace unas horas cuando, de casualidad, descubrí una lista indispensable navegando por la web. Gracias a ella seremos capaces de hacer cosas como desplegar la nueva Charms bar, acceder a la búsqueda aunque estemos en el escritorio, o intercambiar entre éste y la página de inicio. Todo en un abrir y cerrar de ojos, ganando valiosos segundos y potenciando nuestra productividad. La lista es la siguiente:
- Tecla Windows: Cambiar entre interfaz Metro y escritorio tradicional.
- Windows + C: Desplegar la Charms bar, la nueva barra lateral de Windows 8.
- Windows + X: Abrir el menú contextual para el antiguo botón de Inicio.
- Windows + Q: Desplegar el menú de aplicaciones y su búsqueda.
- Windows + W: Desplegar el menú de configuraciones y su búsqueda.
- Windows + I: Desplegar la configuración de la Charms bar.
- Windows + F: Desplegar la búsqueda de archivos.
- Windows + K: Abrir el menú de dispositivos.
- Windows + Z: Menú contextual o menú de opciones de una aplicación nativa de Windows 8.
- Windows + O: Fijar (bloquear) la orientación de la pantalla, ideal para dispositivos móviles.
- Windows + V: Mostrar todas las notificaciones pendientes.
- Windows + Control + B: Acceso directo al programa que ha lanzado la notificación en pantalla.
- Windows + Punto: Apilar la aplicación actual a la derecha, dejando dos tercios de pantalla libres.
- Windows + Mayúsculas: Apilar la aplicación actual a la izquierda, dejando dos tercios de pantalla libres.
Aprender la mayoría de combinaciones cuesta apenas unos minutos, y seguramente llegaréis a sacarle mucho partido, comenzando por acostumbraros a usar la propia tecla de Windows para cambiar entre aplicaciones, por ejemplo, musicales que estén corriendo de fondo, y a la vez trabajar en el escritorio tradicional, o aplicar dichas aplicaciones a un lado u otro de la pantalla para centralizar nuestra actividad en la nueva interfaz Metro.
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