Un
avión comercial sufre un percance en pleno vuelo; problemas en el fuselaje o
incluso en las alas. Automáticamente el avión inicia su sistema de
autoreparación estando en el aire. Esto que a todas luces es actualmente
imposible de realizar podría serlo en un futuro próximo (de aquí a unos 5-10
años) gracias a un nuevo material diseñado por un equipo de científicos de la
Universidad de Bristol (Reino Unido) cuyo hito es precisamente ese: el material
provoca que “las aeronaves se curen/arreglen a sí mismas” como si de una
cicatriz en el cuerpo de un ser humano se tratara.
El
material en cuestión está formado por pequeñas microesferas que contienen un
líquido para “cicatrizar” las estructuras del avión. Las microesferas se
intercalan en la estructura del fuselaje del avión o en sus alas y se activan
tras un impacto -como cuando un ave choca contra un avión- creando una especie
de cobertura gracias a la liberación del líquido que acaba solidificándose muy
rápidamente.
Las
microfracturas que puede ocasionar el impacto de un pájaro pueden parecer
aparentemente inocuas pero “pueden ocasionar fallos catastróficos en un vuelo”,
explica Duncan Wass, coautor del estudio. “Estamos hablando de fisuras menores,
no de un agujero de un metro de diámetro”.
En los ensayos, literalmente rompemos las
alas, les permitimos que se reparen, las rompemos nuevamente… Y estamos
alcanzando 100% de recuperación del material en muchos casos, aclara Wass. El
problema de este material reside, por el momento, en que se ve afectado por las
temperaturas. Así, con calor, el sistema puede reparar lo dañado en apenas dos
horas. Con temperaturas frías el proceso se ralentiza.
“Esta tecnología permitirá extender los plazos
entre reparación y reparación, cambiar los procesos de mantenimiento de las
aeronaves y utilizar menos materiales sin resignar en absoluto en cuestión de
seguridad”, finaliza Wass.
En el futuro, esta tecnología también podría
aplicarse a los cascos de bicicleta, las pantallas de los móviles o las
raquetas de tenis, entre otras cosas.
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