¿Por qué ha gustado tanto el Moto 360? Porque es tecnología invisible

Nunca ningún smartwatch tuvo una acogida tan buena como el Moto 360. ¿Por qué? Porque es invisible. Porque parece un reloj. Y esto no era algo fácil de hacer, vistos los smartwatches anteriores.
Kreativa Studio
Aunque ya llevamos un tiempo con la carrera de los smartwatches, se les sigue achacando un diseño que no termina de ser adecuado, y sobre todo una falta de funcionalidad latente. El "¿para qué quiero yo esto?" es la constante cuando se habla de dispositivos como el Sony Smartwatch 2, el Galaxy Gear y compañía. Sólo se salva en parte Pebble, pero al menos en mi opinión sigue teniendo bastante margen de mejora en cuanto a diseño, tanto por su pantalla como por la caja del reloj en sí.

Pero días atrás vimos la llegada del Moto 360, el reloj inteligente que prepara Motorola de la mano deAndroid Wear, la plataforma de Google específica para wearables. Esa es su primera clave: Android Wear añade valor real, no es una plataforma vacía que simplemente se limita a notificar de lo que pasa en nuestro smartphone (que no está mal, pero no es suficiente).

Pero sobre todo, el diseño del Moto 360 es lo que nos ha enamorado. Y lo ha hecho porque estecnología invisible. No parece un reloj del futuro a primera vista, no tiene un diseño que rompa con lo que hemos visto hasta ahora en los relojes tradicionales. No llama la atención especialmente (y para mal) cuando lo llevamos puesto. En gran parte por el hecho de ser redondo, que le resta área de pantalla pero le otorga naturalidad. Su mayor logro es que parece un reloj. Y esto que puede sonar a tontería no existía hasta ahora:
moto 360
Ocurre como cuando estamos acostumbrados a ver películas que representan el futuro como lo hacía Minority Report. Todo lleno de funciones rimbonbantes, casi ostentosas, con grandes pantallas táctiles por todas partes, todo en lo que es casi un prejuicio futurista. Y en mi opinión, erróneo. Y luego vemosHer, el máximo exponente hasta ahora de lo que supone una tecnología invisible en el futuro. Lenguaje natural, interacción casi humana. Tecnología integrada en nosotros, y no tecnología que nos supera y se hace difícil dominar.
El mayor logro del Moto 360 es parecer un reloj. Y esto no era fácil.
El Moto 360, salvando las distancias, supone algo así: un dispositivo bonito y discreto que nos acompaña siempre y tiene funciones completas. Google Now al fin y al cabo tiene más sentido en un dispositivo que llevamos siempre en la muñeca que en un smartphone, donde además tiene que compartir espacio con mucho más.

Y por supuesto, Android Wear ni siquiera ha nacido aún, es sólo un embrión. Falta esperar a que crezca. De momento, ya estamos comenzando a ver interesantes conceptos de aplicaciones para Moto 360, en su mayoría obra de gente que ha entendido perfectamente el sentido del dispositivo. Por ejemplo, y nuevamente, un reloj que parece un reloj al margen de todas las funciones que tiene por debajo:
O en la misma línea, el asistente de Google Now mediante comandos de voz. Lo cual, por cierto, plantea la duda de lo idóneo que resulta controlar un smartwatch mediante nuestra voz: ¿estamos preparados para dictarle órdenes a nuestro dispositivo hablándole por la calle, en el metro o en una cafetería?
moto g google now
En la misma línea, otro diseño para una aplicación del tiempo que es bonita a rabiar, minimalismo en estado puro:
O esta otra de Spotify, que sólo deja en pantalla lo mínimo para llevar la belleza de la interfaz al máximo:
En la línea de la funcionalidad y ya con un diseño algo más en la línea de lo que estamos acostumbrados a ver, una aplicación que refleja lo útil de tener un smartwatch para ver información relevante sin tener que sacar el smartphone del bolsillo, de forma rápida. Un planificador de viajes para ver la información de los medios de transporte que tomamos.
Palo, y zanahoria. De momento todo lo que ha generado Motorola con el Moto 360 es puro hype, ha querido ir levantando expectativas en cuanto ha sido presentado Android Wear. Pero como explicamos cuando hablamos de los detalles de diseño del Moto 360, falta bastante por saber del cacharro, cuya presentación en marzo tiene más de movimiento de alfil marketiniano que de otra cosa. En verano veremos, pero insisto: Motorola ha entendido la importancia de la tecnología invisible, y eso tiene un valor muy alto. Y doble, porque ha sido quien ha golpeado primero.

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