Pensar contraseñas es una tarea difícil y a veces se nos ocurre la inocente idea de usar passwords como 123456 o QWERTY. En realidad si tienes uno de esos dos tu información peligra en internet.
Pero otras claves un poco más largas también pueden ser frágiles. O así por lo menos lo deja claro este cuadro, que revela cuánto puede tomarle a alguien descifrar tu clave dependiendo de la complejidad que tiene.
Así que ya sabes, no se la dejes tan fácil a los que quieres adueñarse de tu información.
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