5 sospechosos habituales en un plan financiero

Eureka Startups

Cuando revisamos o analizamos el Plan Financiero de otros proyectos, los detectamos enseguida. Pero cuando hacemos el nuestro, es fácil caer en ellos… son 5 errores típicos en la elaboración de un Plan Financiero que hacen sospechar al inversor sobre la rigurosidad del mismo, y, por tanto, sobre el propio proyecto.


1. Ventas a toda pastilla
Prever unas ventas muy altas desde el principio, con una velocidad muy fuerte de incorporación de clientes o de consecución de cuota de mercado es peligroso. Hay que fundamentar muy bien este punto, con prudencia. Al final, parte del negocio nos lo financian las ventas a través del margen bruto que dejan en la empresa, y por tanto, si las ventas no se producen, necesitaremos financiación alternativa, y eso lo sabremos cuando ya sea demasiado tarde. Es mejor plantear una pauta de crecimiento de ventas realista. (Casi) todos los inicios son duros.

2. Clientes espontáneos
Simplemente, no existen: el cliente también tiene su coste de adquisición. Esto es especialmente palpable en negocios web, para los cuales existen ratios contrastados, pero en realidad aplica a todos los negocios. Hay que comprobar que el núm. de clientes que decimos que vamos a ganar cada mes está en sintonía con las acciones y el gasto de marketing que tenemos presupuestado. Una agencia de marketing y publicidad puede ayudarnos mucho en esto, aportando datos e índices históricos.


3. Financiación gratuita
La financiación tiene un coste, y no sólo cuando devenga intereses. Es importante que el Plan Financiero prevea: a) los recursos que va a dedicar la empresa a obtener financiación (y esto incluye viajes, servicios de profesionales – fijos o variables-, tiempo del equipo…), b) los intereses generados por los préstamos obtenidos (% y periodicidad), y c) la devolución de capital exigida. Algunos préstamos públicos tienen carencias cortas (por ejemplo, ENISA), por lo que es importantísimo prever como salida de caja las cuotas de devolución de capital.

4. Ni tanto, ni tan calvo
Por lo que se refiere a los gastos, tan extraño es un plan financiero que sólo contiene grandes partidas como uno que prevé absolutamente todo hasta los sellos de correo. Aquí, en el punto medio está la virtud. Un libro Excel con “tropocientas” hojas y líneas y líneas de conceptos diferentes acaba siendo ininteligible e inmanejable. Un Excel con cuatro números generales da la impresión de que el equipo emprendedor no se ha sentado a pensar sobre cómo su idea de negocio se transforma de verdad en negocio. Disponer de un buen esquema con los niveles de detalle adecuados y utilizar agrupaciones es muy útil.

5. Entorno sin impuestos
Esta es una hipótesis muy habitual en los ejercicios prácticos de las clases de finanzas pero, desafortunadamente, jamás se corresponde con la realidad. Los pagos por impuestos determinan en muchas ocasiones cambios relevantes en las necesidades financieras. Es importante conocer cómo se calculan los diversos impuestos y qué calendario tiene cada uno. Algunos implican una corta posposición del pago (por ejemplo, las retenciones o los pagos de Seguridad Social), y por tanto, no pasa nada si no los incluimos en el Plan Financiero. Pero en el caso del IVA, que en fases iniciales hay que satisfacer a los proveedores sin que, en general, su  recuperación sea inmediata, lo que se produce es una reducción de la tesorería disponible por lo que es imprescindible tenerlo en cuenta.
En definitiva, son cuestiones básicas pero importantes que no se nos deben pasar por alto, porque el Plan Financiero es un elemento crítico de la credibilidad del proyecto.

Por Belén Garnica, Socia en Ynicia, Área Financiera.

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