El anuncio de que los neutrinos parecen viajar más deprisa que los fotones abatiría un pilar de la Relatividad de Einstein - Los investigadores se muestran sorprendidos por los datos - Stephen Hawking dice que es pronto para sacar conclusiones
Si fueran correctos los datos de un experimento de partículas elementales anunciados ayer, se pondría patas arriba toda la física del siglo XX, la teoría de la Relatividad de Einstein habría perdido uno de sus pilares y sería posible viajar al pasado. Los científicos, en medio de un gran revuelo, piensan que debe haber algún error en esos datos, pero el problema es que no saben dónde está ese fallo. De momento, los físicos del experimento Opera (bajo los Apeninos, Italia) han presentado los detalles de su investigación de manera que todos los expertos del mundo pueden zambullirse en sus resultados y dar su diagnóstico.
Estos resultados de Opera, "parecen indicar que los neutrinos
[partículas elementales] viajan a una velocidad 20 partes por millón por
encima de la velocidad de la luz, el límite cósmico de velocidad",
explicó Sergio Bertolucci, director científico del Laboratorio Europeo
de Física de Partículas (CERN, junto a Ginebra), donde se presentaron
los datos del experimento. Y con prudencia, añadió: "Dadas las
potenciales consecuencias de largo alcance de tales resultados, se
precisan mediciones independientes antes de que se pueda refutar o
confirmar claramente el efecto".
"Es demasiado pronto para
comentar esto, hacen falta más experimentos y aclaraciones", dijo
Stephen Hawking, físico teórico británico, experto en Relatividad, a
Reuters. En el mismo tono se manifestaron ayer muchos científicos.
El
efecto consiste en lo siguiente: la luz tardaría en viajar desde el
CERN a Opera, a 730 kilómetros de distancia, 2,4 milisegundos, pero los
neutrinos, según estos resultados, llegan 60 nanosegundos antes, como si
cruzaran la meta de una carrera 20 metros por delante de la llegada de
los fotones de luz, explica el Centro Nacional de Investigación
Científica (CNRS) francés. Si es cierto, si está ultrabien medido, ese
adelanto contradice la Relatividad Especial postulada por Einstein en
1905 y verificada con extrema precisión miles de veces. Es más, en
experimentos con neutrinos similares a Opera, aunque menos precisos, no
se aprecia este efecto.
Tras varios días de rumores entre los
expertos en partículas, ayer, finalmente, se conoció el trabajo
científico de los miembros de Opera con su muy imprevisto resultado.
Unas horas antes habían puesto su artículo en el sitio web en el que los
físicos dan a conocer sus trabajos, adelantándose a la normal revisión
entre pares.
Dario Autiero habló en el auditorio principal del
CERN, lleno hasta la bandera. Su charla duró una hora y, si alguien
esperaba grandes debates sobre Einstein, la relatividad y las
implicaciones de los resultados, se sentiría defraudado. Autiero,
científico del CNRS y miembro de Opera se extendió sobre todos los
procedimientos técnicos aplicados para medir la velocidad de los
neutrinos, las calibraciones, los tiempos. Pero su conclusión fue
tajante: "No intentamos hacer ninguna interpretación teórica o
fenomenológica de los resultados". El turno de preguntas de sus colegas,
que duró otra hora, siguió en el mismo tono de revisión de los
parámetros del experimento. "El resultado es una enorme sorpresa",
comentó el líder de Opera, Antonio Ereditato, de la Universidad de Berna
(Suiza). "Después de varios meses de estudios y comprobaciones no hemos
encontrado ningún efecto instrumental que pudiera explicar el resultado
de las mediciones. Mientras los investigadores de Opera continúan sus
estudios, también queremos tener medidas independientes para lograr un
juicio definitivo".
El experimento tiene todas las características
propias de la física de partículas: aceleradores, grandes detectores,
una configuración de lo más peculiar y un grupo numeroso de científicos e
ingenieros implicados (160 de 11 países, recordó ayer Autiero). Se
trata de enviar haces de neutrinos desde el sistema de aceleradores de
partículas del CERN hasta el detector Opera, en el Laboratorio Nacional
de Gran Sasso, bajo los Apeninos. Como los neutrinos apenas
interaccionan con la materia, son como partículas fantasma que
atraviesan la Tierra -y las personas- sin inmutarse. Por ello también
interceptarlos y detectarlos es muy difícil.
Opera está diseñado
para medir una extraña propiedad de los neutrinos: cuando viajan a
largas distancias los de un tipo se convierten en otro. Como es lógico,
tienen que conocer muy bien cuándo han salido del CERN los neutrinos que
captan en Opera, cuándo llegan y la distancia recorrida. Aquí es donde
han surgido los extraños resultados. Los científicos se basan en 15.000
neutrinos medidos en Gran Sasso durante tres años. Han utilizado
técnicas avanzadas de alta precisión de GPS y relojes atómicos y los
resultados que han salido son lo que son: una sorpresa y un reto que hay
que escudriñar a fondo ahora.
"Estos tíos han hecho todo a su
mejor nivel, pero antes de echar a Einstein a la pira, nos gustaría ver
[los resultados de] un experimento independiente", comentó el físico
teórico del CERN John Ellis al periódico The New York Times. Si
después de comprobar y recomprobar todo (seguramente se tardará tiempo)
resulta ser correcto el resultado de Opera y se confirma en otro
experimento, la física entraría en una revolución.
Fuente: El País
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